En nariz es una sinfonía de fruta madura, matices balsámicos, minerales y ligeras notas de especias. El uso de barricas de formatos grandes (300 y 500 litros) para la crianza, permite preservar la expresión frutal del vino, proporcionándole redondez y complejidad, a lo que se suma un paso por boca suave, fresco y muy largo. La magnífica acidez natural con la que cuenta, le confiere además un estupendo potencial de envejecimiento en botella.